En el trabajo pasas las horas más activas de tu día a día. Y a menos que te ganes el Baloto, o que un príncipe de Persia o una tía lejana te bendiga con una herencia como la de Tony Stark, así será por muchos años. Así las cosas, escoger un trabajo con el que no te sientas a gusto, sería como empezar la vida laboral con el pie izquierdo.

Como eso de encontrar un primer trabajo ideal suele ser complicado, porque muchas veces nosotros mismos no sabemos bien qué queremos o qué buscamos cuando recién salimos de la universidad, en esta entrada de MDP decidimos buscar un experto. Entonces le preguntamos sobre el tema a Diego Flórez, que es psicólogo, comunicador social y especialista en recursos humanos.

Aunque un trabajo ideal es algo muy subjetivo, según Diego existen unos puntos en común que no deberían faltar en tus primeras experiencias laborales. Aquí están esos puntos infaltables.

Tu primer trabajo debería ser

Uno que te rete:

Tal vez llegue un momento en tu carrera en el que vas a querer estar relax, pero este no debería ocurrir al comienzo de tu vida laboral. A partir de tu graduación, lo que entra en juego es que puedas trabajar en lugares donde puedas afilar tus habilidades y eso solo lo logras haciendo cosas que te parezcan difíciles. En otras palabras, necesitas un trabajo que:

• Te rete a hacer cosas que no habías hecho antes.
• Te haga revisar constantemente viejas copias de la universidad, blogs en internet y consejos de gente con mayor experiencia, todo con el fin de sacar una tarea adelante.
• Te obligue a ser más efectivo con el tiempo y la manera en la que ejecutas proyectos.

Esto te va a permitir crecer a nivel laboral y volverte más contratable para otras empresas/proyectos. Entre más cosas nuevas aprendas, mejor te vuelves.

Un puesto que te deje tiempo para vivir:

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Ya lo dijimos: al principio hay que comer un poco más de… problemas. Pero ojo, que no se te vaya la mano y termines odiando tu amada carrera y tu primer trabajo por meterte en un rol en el que te toca trabajar por 10 personas.

En los últimos tiempos, las compañías se han dado cuenta de que para retener a sus empleados hay que darles ciertas libertades además de un sueldo (horarios flexibles, comisiones, licencias para viajar, etc). Mira/negocia cuáles de estas ventajas puedes disfrutar en tu primer puesto. Eso sí, después de demostrar que le traes valor a tu empresa y estás comprometid@.

Un puesto que encaje con lo que te gusta hacer:

Mientras pasabas por la U, te diste cuenta de cuáles eran tus fortalezas y cuales tus debilidades. Los médicos, por ejemplo, apenas terminan la universidad empiezan a pensar en qué rama pueden especializarse. ¿Cuál fue esa materia que pasaste sin tanto esfuerzo porque, aunque era difícil, amabas cada copia, tarea o quizz? ¿Cuales fueron esas áreas de tu formación en las que te sentiste bueno y recibiste buenos comentarios de profesores y amigos?

Trata de aplicar a puestos en los que sabes que vas a hacer esas cosas en las que tienes potencial. Si lo haces así, tu curva de aprendizaje en el mundo laboral va a ser más rápida.

Un puesto en el que puedas ver como funciona el mundo que escogiste:

Puede parecer raro. Pero cuando escoges un trabajo, más que un oficio para hacer todos los días, lo que eliges es un universo en el que te vas a desenvolver. El universo laboral no es igual para un ingeniero que para un cineasta. Entonces es importante que en tu primer trabajo aprendas qué tipo de cosas, valores diferenciales, productos o tendencias son importantes para tu universo laboral.

Por ejemplo, para un trabajo artístico son importantes los títulos. Pero es mucho más importante el tipo de obra que produces. Puedes tener títulos o no.

En cambio, para un ingeniero o alguien que trabaja en proyectos de ciencias exactas, las certificaciones en procesos son vitales.

Cada cargo tiene un universo con sus propias reglas de validación, prestigio. Aprende a jugar con las tuyas. Entre más rápido lo entiendas, más rápido avanzarás.

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Ten en cuenta que el trabajo ideal, el que cumple con todo lo que necesitas, es difícil de encontrar. Si de primerazo no consigues un trabajo así, no flaquees. Toma el trabajo que más se ajuste y sigue buscando. Es cuestión de seguir buscando y aprende como Tarzán, a irse colgando de una cuerda sin soltar la otra.

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